viernes, 20 de febrero de 2009

Los árboles con frutos


Un día de febrero.

El sol ha vuelto a nuestra ciudad de vacaciones, y me llama al timbre para dar un paseo.

Al salir de mi piso donde me había pasado durante todo invierno para hibernación, he notado la presencia de mi amigo, el sol, por el brillo de un rayo de sol, hace que me ciegue.

Como hacia mucho tiempo que no nos habíamos visto, paseamos buen rato sin mirar el reloj.

Entre la gente que atraviesan las calles, me di cuenta de que destacan los árboles de naranja con sus frutos, pero la mayoría de ellos tienen formas un poco aplastadas no me despierta apetito.

Pregunté al sol:
¨Por qué estas naranjas que están en todas partes de la ciudad no tienen buena pinta?¨

Él me contestó: ¨ Estos están así porque no los riegan, ni los podan, no los cuidan. Los árboles tienen que esforzarse para sobrevivir, por eso cuando ellos presienten mi regreso, preparan todo para dar una nueva generación.¨

Yo: Así es el ciclo de su vida. Antes de que nos traigas la primavera, ellos dan la luz. Luego, lo alimentan y lo cuidan hasta la primavera. Diferencia de la calidad de fruto, eso es lo que refleja el cariño que reciben en la época de embarazo de su mamá y de la infancia, no?¨

Sol: ¨Exactamente igual que los crios de humanos. Si no les cuidan bien, si no les prestan atención. Sin embargo, los niños crecen a lo largo de tiempo. Y sus cuerpos ya no son una de talla ¨S¨, sino ¨L¨. Ya no chupan chupa-chups, sino chupan ¨Fortuna¨. Su apariencia está clavada a la de un adulto, pero, dentro de su cuerpo, tienen el corazón vacío igual que esas naranjas.¨

Cuando el terminó su última palabra, el rayo de sol me guiaba a la pista de fútbol donde los crios juegan videojuegos…


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